INTRODUCCIÓN

La antropología crítica marca una diferencia en cuanto a investigación y metodología para el análisis de objeto de estudio a un sujeto de estudio desde una epistemología diferente y del desarrollo la antropología mexicana. Sin duda a este nuevo paradigma lo permea el pensamiento marxista que hace una crítica al modelo económico capitalista y que da nuevas conceptualizaciones como la dialéctica para comprender la ubicación de los seres humanos en su contexto. Los trabajos previos a esta crítica tienen una relación con las ciencias sociales. Con diferentes autores mexicanos (Manuel Gamio, Sáenz, Aguirre Beltrán.) y la influencia de antropólogos extranjeros (Morgan, Franz Boas, Malinowski.) en el que se puso de manifiesto el desarrollo de la antropología cultural, con sus métodos de observación participante, lo que permitió una presencia relatora de la otredad y al mismo tiempo calificar para integrarlos y asimilarlos en un modelo económico ajeno al de ellos, llamado indigenismo.







Guillermo Bonfil, Rodolfo Stavenhagen, Ángel Palerm y Héctor Díaz Polanco, abrirán una nueva forma de investigación metodológica para el análisis de la misma antropología reconociendo y desechando argumentos que le dieron forma a la antropología oficial y al pensamiento indigenista.







Guillermo Bonfil, uno de los críticos más consistentes del indigenismo oficial y de la antropología estatal, reconoce que "los estudios sobre el indigenismo conforman una de las corrientes de investigación y reflexión más significativas y características de la antropología de América Latina"(1990:189). La interacción entre Antropología e indigenismo fue especialmente notoria en México después de la revolución de 1910, donde pronto maduró la escuela antropológica mexicana, centrada en el indigenismo, que fue adoptado como una política oficial prioritaria del Gobierno post-revolucionarios.







La crítica fundamentalmente se hace a las políticas integracionistas que habían prevalecido en un largo periodo entre 1910-1940 donde maduro el pensamiento indigenista. Sin duda acontecimientos mundiales como la primera guerra mundial en1914, y las revoluciones como la mexicana, rusa y china, dieron al indigenismo un nuevo impulso, ya que en las décadas de 1920 y 1930, la ideología y el mensaje indigenistas influyeron sobre la construcción del Estado-Nación. La presencia indígena pasó de ser considerada como un problema y a ser apreciada como una fuente de potencialidades, valores y estilos de vida y entrar ahora a una política asimilacionista e integrista que pretendía reconocer lo indígena como una clase social estratificada, formada en su mayoría por campesinos y obreros.







domingo, 28 de noviembre de 2010

Héctor Díaz Polanco: etnia, clase y cuestión nacional.




Héctor Díaz Polanco; originario de república dominicana reside actualmente en México, es un reconocido Antropólogo (UNAM), Sociólogo (COLMEX) e Investigador activo del CIESAS. Este autor se ha visto muy interesado por cuestiones étnicas y de autonomía, con relación a los pueblos indígenas de América latina, ha hecho una gran aportación de conocimiento en la rama antropológica aportando estudios sobre la realidad de los conflictos sociales entre el estado y los grupos indígenas y/o de minorías. Aunque no podemos reducirlo a esto, pues su papel activo dentro de la sociedad permite que el conocimiento aportado no se quede dentro de una esfera social si no que intenta difundirlo a modo de generar consciencia dentro de la población.
En su artículo publicado en la revista Cuadernos Políticos” de la editorial ERA que se publicaron  entre 1974 y 1990, “Etnia, clase y cuestión nacional”, Díaz Polanco aborda el tema de la homogeneización de las poblaciones, argumento central de la antropología indigenista. Díaz Polanco intentara por medio de este ensayo mostrar cómo estos aspectos propios de la corriente indigenista han logrado adaptarse en las ideologías, burguesas y revolucionarias. A continuación se mostrara una síntesis del artículo, intentando destacar los puntos, mas importantes que puedan ser útiles para el estudio de un caso específico.
ARTÌCULO.
“Etnia, clase y cuestión nacional”, En cuadernos Políticos, número 30, México, D.F., editorial Era, octubre-diciembre de 1981, pp.53.

  • ·         El primer punto que aborda es que la etnicidad debe ser considerada como una dimensión de clases o como un nivel de las mismas aunque el problema es que  los enfoques clasistas no lo aceptan, argumentando que la clase social no solo es económica, si no que involucra formas de organización política y estructuras ideológicas. pero lo que no consideran es que  todas las clases sociales tienen un nivel étnico, es decir que todo grupo tiene ciertas pertenencias culturales e ideológicas precisas que a la larga establecen formas de identidad  en diferentes escalas.
  • ·         Reconociendo esto  las etnias se constituyen como un grupo étnico, solidario y con una identidad  social y así la etnicidad no se consideraría como totalmente ajena a las clases, porque nunca dejan de ser parte de la sociedad si no que es una dimensión de estas.
  • ·         Intentara visualizar a lo étnico como entidades históricas,  aunque se diga que las relaciones que guarda la etnia con la transformación social son prácticamente nulas. Sostiene que las dinámicas históricas de las etnias no son las mismas que la de las clases sociales y lo que se olvida es que las sociedades étnicas, mientras existan, estarán cometidas a los cambios que se dan con los procesos históricos de la sociedad.
  • ·         Se reconoce la existencia de grupos sociales que se constituyen con una identidad propia dentro de una misma clase social, campesinado, es decir que no porque una persona pertenezca a una clase social especifica tiene que compartir la misma cultura, creencias y la manera de auto- determinarse. El problema étnico es que en los procesos nacionalistas las culturas étnicas son fundamentales y claramente constituyen  la base de la identidad nacional, misma que llevara a consolidar un estado homogéneo, una nación. Aunque en estos procesos de construcción la etnia pasa a ser simplemente la materia prima de la nación y es por esto que deja de ser considerada como algo que subsisten en las sociedades modernas, aunque es preciso reconocerlas por separado, pues se trata de entidades distintas, ya que la etnia se ha convertido básicamente una identidad restringida.
  • ·         Dentro de esta pluralidad de pueblos con identidades distintas los movimientos populares pueden mantenerse independiente, ya que su forma de organización y sentido de pertenencia a una comunidad no se basa en condiciones territoriales e históricas, es decir que  de esta manera los fenómenos étnicos y nacionales crean su propio espacio, resultado de los procesos de las relaciones sociales, es decir que los movimientos surgen de donde se pensaba los pueblos habían sido extinguidos, en estas regiones que se consideraban destruidas desde la conquista. Es por esto que no podemos determinar de manera fija la región que corresponde históricamente a una etnia o a una nacionalidad si no que los grupos se constituyen donde está el movimiento de las masas.
  • ·         Díaz Polanco termina su artículo señalando una posible solución a los conflictos étnicos dentro de las sociedades modernas y educadas, diciendo que “Las organizaciones revolucionarias deben apoyar las demandas y acciones de los grupos oprimidos, aunque estas demandas estén orientadas y cargadas de posiciones "atrasadas"; su papel es vincularlos con el movimiento revolucionario y conducirlos hacia posiciones claramente anticapitalistas.[…] El papel de la "vanguardia consciente de la revolución" es unir a estas diversas fuerzas y dirigirlas en el sentido de la toma del poder y del cambio social,29 lo que jamás podrá lograrse si se parte de una concepción del movimiento revolucionario impulsado por un proyecto puro desde el principio.”

COMENTARIO.

Tomar el caso de Acteal desde esta perspectiva seria considerar que esta comunidad como muchas otras son grupos étnicos que se constituyen de manera autónoma dadas sus condiciones y necesidades. En el preámbulo que se ha dado con respecto al conflicto del municipio de Chenalhó, podemos ver que estas comunidades fueron relegadas de sus pueblos, geográficamente ubicados, hacia la cierra por las ocupaciones territoriales del ejército nacional. No obstante este desplazamiento no pudo evitar que la masacre sucediera. Uno de los problemas centrales fue que se vinculo a esta comunidad como simpatizante del EZLN y por esto se convirtieron en objetivo, débil, del estado. De acuerdo a los puntos referidos en el artículo de Polanco podemos darnos cuenta que las comunidades indígenas viven en condiciones paupérrimas, mismas que se deben a los procesos sociales y económicos del desarrollo capitalista, es por esto que toda la población indígena ha pasado a ser una clase social más dentro de una sociedad ya estratificada. En estas condiciones de pobreza los indígenas se ven privados de justicia, además relegados de su territorio pero esto no implica que el movimiento muera, porque Acteal se recuerda y genera luchas para obtener una resolución más justa del caso además de clarificar las versiones que se habían dado, es decir que no importa que el pueblo haya sido desterrado porque Acteal se constituye con independencia del territorio geográfico.  Y el movimiento surgirá justo en los pueblos que, según la antropología indigenista, habían desaparecido con la homogeneización y los procesos históricos. Así como el EZLN surgió de un grupo étnico excluido, la memoria de Acteal se fortalecerá también dentro de estos mismos pueblos.

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